CÁLCULOS RENALES Y SALUD ÓSEA
Los cálculos renales se desarrollan cuando en la orina se acumulan unos niveles altos de sustancias que forman cristales. De calcio, de ácido úrico y de un compuesto conocido como oxalato. La mayoría de los cáculos renales contienen calcio.
En los últimos años se ha puesto de manifiesto una relación evidente entre la aparición de litiasis renal de calcio y la presencia de osteoporosis o descalcificación del hueso. O dicho de otro modo: La falta de calcio está relacionado con la formación de cálculos renales.
Esto puede ser debido a múltiples factores, dietéticos, inflamatorios, inmunológicos, defectos genéticos…
Por otro lado los médicos aconsejamos a las personas que sean propensas a formar cálculos renales, que reduzcan su consumo de calcio. Esto puede crear confusión porque aparentemente se contradice.
Cálculos renales y calcio. Estudios
Son varios los estudios que de una manera u otra han llegado a la misma conclusión. Con pequeños matices diferenciadores, pero la misma conclusión. Sin hacer mención ningún autor, los investigadores analizaron a más de 2000 pacientes con antecedentes de cálculos renales. Alrededor de 1500 de ellos tomaban suplementos de calcio y más de 400 tomaban vitamina D. Tras revisar imágenes por tomografía computarizada, así como resultados de análisis de orina, los especialistas descubrieron algo. Los participantes que tomaban cualquiera de los dos suplementos eliminaban una menor cantidad de calcio total en la orina.
Asimismo, hallaron que quienes tomaban suplementos de calcio registraron un ritmo de crecimiento de cálculos renales más acelerado.
De acuerdo con los autores del estudio, estos resultados sugieren que el calcio suplementario, a diferencia del calcio obtenido a través de la dieta, podría empeorar la enfermedad de cálculos renales en los pacientes que tienden a formarlos.
La explicación, por tanto, está clara.
Comer alimentos ricos en calcio ayuda a prevenir los cálculos renales, pero que tomar suplementos de calcio podría ocasionar el efecto opuesto.
Pero al mismo tiempo hay una recomendación en la que insisten los autores de este estudio.
Las personas que toman complementos de calcio si el médico los recetó para la salud ósea, no deben dejar de tomarlo por sí solas. Pero quizá deban preguntarle al médico si en realidad es necesario.
Eso si, si tenemos tendencia a las formación de piedras, no debemos usar complementos de calcio por nuestra cuenta. Y por supuesto, consultarlo tambien con el médico.
El mejor consejo
Parece evidente que sería más importante ofrecer algunos consejos a las personas con antecedentes de piedras en los riñones. Esto al margen e la ingesta o no de calcio, sea cual sea su origen.
“Lo más importante es beber suficiente líquido todos los días”
Eso mantiene a la orina diluida y ayuda a desechar los materiales que pueden formar piedras. Las personas con tendencia a formar piedras deben intentar beber entre 2 y 3 litros de agua y otros líquidos cada día. Reducir el sodio también es bueno: hace que los riñones liberen más calcio en la orina.
Las personas con tendencia a las piedras también deben intentar limitar su consumo de carne y otras proteínas animales dado que esos alimentos podrían contribuir a las piedras de calcio al hacer que la orina sea más ácida.
La prevención
Las personas pueden ayudar a reducir las recurrencias de las piedras en los riñones mediante el consumo de la cantidad recomendada de calcio… si el calcio proviene de los alimentos.
Si usted padece de problemas de cálculos renales y estos son repetitivos se realice una serie de estudios que descarten la existencia de desmineralización del hueso (osteoporosis). Esto es importante, ya que eso podría justificar la aparición de las piedras en el riñón.
El diagnóstico es sencillo. Analítica de sangre y orina de 24 h, estudiando marcadores óseos y densitometría ósea. Y realizar posteriormente un tratamiento adecuado tanto de la osteoporosis como de la litiasis. Así evitaremos la aparición de nuevos episodios y se producirá una mejoría de la salud del hueso.
Por último, es recomendable desde el punto de vista dietético, realizar una alimentación normocálcica. Es decir, una ingesta de calcio al día entre 1000-1200 mg, aunque usted padezca de litiasis de calcio. Las dietas restrictivas en calcio, aumentan el riesgo de padecer cálculos y además contribuyen al aumento de la desmineralización del hueso.
